Las empresas que tienen centros de producción en los países en desarrollo deberían empezar a transformarlos para hacerlos más sostenibles, aplicando medidas de sostenibilidad tanto sociales como ambientales. Los consumidores cada vez más analizan el origen de los productos y si la empresa no consigue demostrar lo contrario, asocian la producción en países desarrollados con explotación laboral, social y ambiental. La empresas deben esforzarse en generar impactos sociales y ambientales positvos en estos centros de producción y darlos a conocer.
Las empresas que no disponen de centros de producción en los países en desarrollo, tienen la oportunidad de hacerlo bien desde el principio y no cometer los errores de sus predecesores. Pueden aprovechar los menores salarios y costes de estos centros de producción, pero trabajar desde el principio para que las personas, y las comunidades y ecosistemas locales se beneficien por esta actividad. Estas empresas podrán demostrar que se responsabilizan del impacto de sus actividades en estos países y se preocupan en hacerlas más sostenibles en todos los aspectos.
La globalización ha permitido a las empresas abaratar los costes de producción trasladando los centros de producción a países en desarrollo. La globalización ha posibilitado el crecimiento económico de estos países, pero no ha conseguido acompañarlo de una mejora de la calidad de vida de sus habitantes, ni de la protección sus riquezas naturales. Todo lo contrario, por ello hoy en día la sociedad asocia globalización con explotación laboral, social y ambiental de los países en desarrollo.
La globalización mal entendida proporciona además argumentos a los populismos, que culpan a los habitantes de los países en desarrollo por llevarse las industrias y quitar puestos de trabajo en los países desarrollados. Son las consecuencias de un proceso de globalización mal planteado, que no ha aplicado ningún criterio sostenible en su gestión.
Algunas empresas argumentan que la globalización, ha acelerado el crecimiento económico de los países en desarrollo y alejado a sus habitantes de la pobreza, y aprovechan este argumento para justificar malas prácticas en los negocios como la explotación laboral o la sobre-explotación de recursos que perjudican a la salud y el bienestar de las personas de estos países. Unas malas prácticas que persiguen abaratar aún los costes, en una carrera de política de bajos precios, en el que muchas empresas se han embarcado y luchan por hacerse competitivas, rozando los límites legales y éticos. Un modelo de negocio que acaba convirtiéndose en una forma competencia desleal para las empresas más éticas y sostenibles. Afortunadamente las empresas responsables y que cuidan a las personas y al medio ambiente, son cada vez más competitivas y valoradas por los consumidores
La sociedad ya es muy consciente de las consecuencias de los modelos empresarios de bajos precios y ahora los consumidores piden que las empresa se responsabilicen de sus impactos directos e indirectos que perjudican a las personas y a la sociedad. Hoy en día las empresas que operan en países en vías de desarrollo se ven cuestionadas, por el alto riesgo de impactar en la sociedad o en el medio ambiente de estos países. Estos países tienen el riesgo de perder las inversiones de las empresas, para no verse cuestionadas. Hoy en día las empresas tienen que demostrar que son respetuosas con la sociedad y el medio ambiente cuando operan en estos países, para no verse discriminada por los consumidores.
La humanidad ha perdido la oportunidad de utilizar la globalización como herramienta para acompañar el crecimiento económico de los países en desarrollo con un crecimiento social y con el respeto al medio ambiente. Si las empresas hubieses aplicado medidas sostenibles en su relación con los trabajadores, comunidades locales y medio ambiente, muchos de los problemas actuales de nuestra sociedad estarían resueltos. Estas empresas serían admiradas y respetadas aunque los consumidores acabásemos pagando algo más por los productos que comprásemos.
Las empresas están aún a tiempo de transformar sus centros de producción en países en desarrollo para hacerlos más sostenibles o nuevos centros sostenibles. Así las empresas sostenibles pueden seguir beneficiándose de los menores salarios de estos países y de la cercanía a las materias primas, pero con el compromiso de que el desarrollo económico se traslade a un desarrollo social y ambiental en estos países. De esta forma puede demostrar que la empresa es social y ambientalmente responsables a pesar de que se abastezca de países en desarrollo. También conseguirá desmarcarse del grupo de empresas que se abastecen de estos países y son señalados por consumidores como responsables de injusticias sociales y ambientales en países en desarrollo.
Listado de Ideas Sostenibles que puede empezar a aplicar la empresa
Beneficios para la empresa:
- TODOS los Beneficios
- Accede a un nuevo mercado
- Atrae inversores
- Aumenta el margen de beneficios
- Aumenta el valor añadido de los productos.
- Crea una cultura Innovadora
- Incorporarse a la cadena de suministro sostenible
- Mayor oportunidad de negocio / Diferenciación
- Mejora el clima laboral
- Mejora la cultura de la empresa
- Mejora la imagen de empresa
- Reduce Costes
- Anticiparte a futuros requerimiento externos
- Posicionarse para los avances futuros
- Aumenta la Productividad
Ideas para hacer la empresa más sostenible
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