Los plásticos, son compuesto artificiales formados por cadenas poliméricas producidos principalmente a partir de derivados del petróleo. Los plásticos son materiales moldeables que por sus cualidades han permitido, desde su invención, reemplazar materiales tradicionales, como metales, madera o vidrio, para fabricar productos más ligeros, baratos e innovadores.
Su invención ha supuesto una revolución en la industria y en la sociedad, permitiendo nuevas prestaciones, abaratar costes, reducir el consumo energético, para fabricar productos cada vez más asequibles a la sociedad. La mayoría de productos que consumimos contiene piezas fabricadas con plástico. Si el plástico no existiese, no podríamos usar la mayoría de estos productos, ni mantener nuestro nivel de vida.
Si embargo los plásticos no se pueden considerar productos sostenibles. Se obtienen a partir de combustibles fósiles que a la larga generarán emisiones de gases efecto invernadero a la atmósfera, no son biodegradables y su reciclaje es complejo. Los procesos de fabricación de plásticos están muy optimizados, con bajas tasas de consumo energético y minimizando la producción de residuos. Su huella ambiental es significativa, aunque muy inferior a otras industrias, como la industria metalúrgica, o la producción de combustible para el transporte.
Recientemente se ha originado una gran controversia sobre la contaminación de los océanos provocada por la acumulación de residuos plásticos, que al no ser biodegradables permanecen durante muchos años en el medio ambiente sin destruirse.
Estos es un hecho incuestionable que ocasiona grandes problemas, medioambientales. El plástico puede matar a los animales, por asfixia o acumulación en sus aparatos digestivos.
El uso del plástico es un reto para un desarrollo sostenible.
En la realidad nuestra forma de vida sin plásticos es impensable, salvo que queramos renunciar a gran parte de nuestro confort y bienestar. Todos los medios de transporte, electrodomésticos, equipos audiovisuales utilizan plásticos en muchos de sus componentes.
La respuesta a este reto, no es que debamos dejar de utilizar plásticos. Ello nos obligaría a retroceder a tiempos pasados y reemplazarlos por otros materiales reciclables, como madera, metal, vidrio o papel. No es sostenible dejar de consumir plásticos, esto generaría un impacto negativo en el medio ambiente, sociedad y economía mucho peor que el que generan los plásticos.
Si quisiéramos comprar un coche que no utilizase plástico, este sería muy pesado, consumiría muchísimo más combustible que los coches actuales, sería menos seguro (sin airbag) y seguramente mucho más caro y lento. Este coche no sería accesible a toda la población, y sería menos sostenible y respetuoso con el entorno.
La industria del plástico está siguiendo un modelo no sostenible.
El reto sobre la sostenibilidad de los plásticos, nos abre los ojos sobre la sostenibilidad de nuestro sistema productivo y nuestra economía. Un desarrollo sostenible no significa únicamente respeto al medio ambiente, sino un modelo en el que los tres pilares de nuestro desarrollo se beneficien mutuamente, sociedad, economía y medio ambiente, esta es la clave para que este modelo siga siendo exitoso a largo plazo.
Los plásticos a corto plazo han beneficiado la economía y la sociedad, pero está perjudicando al medio ambiente y a la larga este deterioro está perjudicando a la sociedad y acabará dañando la industria del plástico. Este es un ejemplo de un ciclo no sostenible.
No debemos prescindir del plástico. Afortunadamente hay otras alternativas.
Debemos transformar la industria del plástico en un modelo sostenible y esto no significa necesariamente prescindir del plástico.
Se está innovando en la fabricación de Bioplásticos, producidos a partir de materia vegetal. Estos plásticos no proceden de combustibles fósiles y pueden llegar a ser neutro en emisiones de CO2. La mayoría de estos bioplásticos son además biodegradables.
Se pueden aumentar las tasas de reciclado de plástico, que actualmente está en tasas inferiores al 10% del plástico virgen producido.
La mayor dificultad para reciclar el plástico es separar todos los tipos de plásticos que existen en el mercado. Cada tipo de plástico se puede reciclar por separado, pero una mezcla de plásticos no se puede reciclar si no se separan antes los distintos tipos de plásticos de la mezcla. El reciclado de cada tipo de plástico es fácil, hay que lavarlos de suciedad e impurezas y después fundirlos en máquinas de extrusión, formando pellets de plástico reciclado. Cuando se funden mezclas de plástico, este pierde sus propiedades y deje de ser un material útil, que se pueda reutilizar.
Un problema de los bioplásticos es que la mayoría de las materias primas que se utilizan son alimentos, y el auge de estos productos encarecería el coste de los alimentos básicos, aumentando los índices de pobreza y el impacto en el medio ambiente, por necesitar talar bosques para conseguir mayor superficie de terreno cultivable.
Existen variantes de los termoplásticos más sostenibles. Los llamamos bioplásticos de tercera generación:
- Utilizan como materias primas residuos vegetales o residuos industriales, en lugar de alimentos, que si no se utilizasen acabarían en los vertederos.
- Utilizan materiales vegetales procedentes de crecimiento de algas, por ejemplo crecimiento industrial de algas que se alimentan del CO2 emitido por instalaciones de combustión.
Los bioplásticos de tercera generación actúan además como secuestradores de gases de efector invernadero, reduciendo la concentración de CO2 atmosférico.
Entonces, el plástico debería dejar de ser un material conflictivo.
El uso del plástico está muy extendido y maneja elevados volúmenes, es una industria con mucha inercia que va a llevar tiempo reconducir.
Llevará tiempo reconvertir todos los tipos de plásticos de bioplásticos de nueva generación. Los bioplásticos por el hecho de ser biodegradables son menos duraderos y por lo tanto no pueden reemplazar todas las prestaciones de los plásticos actuales.
El primer paso será reemplazar el plástico que utilizamos en los envases de un solo uso, es un alto porcentaje de todo el plástico que consumimos. Estos envases no requieren las propiedades únicas del plástico, en realidad si los utilizamos en los envases es por su bajo coste. Hay otros materiales, menos resistentes, menos moldeables, que pueden substituir al plástico, además tienen la ventaja de ser biodegradables.
En esta transición hacia los bioplásticos de tercera generación, tendremos que seguir utilizando plásticos tradicionales en muchas aplicaciones. En esta transición tendremos que aumentar las tasas de reciclaje. Tendremos que diseñar nuestros productos para que poder separar los materiales que lo componen al final de su vida útil.
Tendremos que mejorar nuestra gestión de los residuos. Ya hay empresas que van a empezar a aceptar que les entreguemos los productos al final de su vida útil, para que separen sus piezas y materiales y poder reutilizarlos para fabricar nuevo productos.
La nueva industria del plástico será sostenible.
Se utilizarán residuos para fabricar bioplásticos de tercera generación que serán biodegradables y reciclables. Se generará una industria de reciclaje y que permita reutilizar el plástico de los productos al final de su vida útil para fabricar nuevos productos. Los productos que mejoran nuestra calidad de vida seguirán siendo asequibles a la mayoría de consumidores. Esta industria basada en el reciclaje, reutilización y transformación de residuos generará nuevos puestos de trabajo que mejorará nuestra calidad de vida.
El impacto positivo de esta industria en el medioambiente, sociedad y economía hará que este modelo de industria sea sostenible a largo plazo. Necesitará ajustes, pero si pensamos en sostenible encontraremos la clave para hacerla sostenible.