Las empresas debe buscar el desarrollo profesional de todos sus empleados para que puedan ascender profesionalmente, pero especialmente de los trabajadores con salarios más bajos, con menor grado de formación o pertenecientes a colectivos vulnerables. De esta forma pueden progresar en su puesto de trabajo, mejorando sus capacidades y calidad de vida.
La empresa da así una oportunidad a empleados con ganas de progresar, pero que por las circustancias que fueran no tuvieron acceso a formación y ven por eso frenado sus posibilidad de progresión o promoción.
Se debe empezar por los propios empleados, pero se pueden extender estos programas a sus proveedores estratégicos, principalmente si operan en países pobres con dificultades de acceso a formación.